El viento llega al mar modificado por la orografía terrestre, las montañas y los valles, lo cual cambia la dirección y la velocidad de los vientos. Al navegar es importante conocer esta información y saberla interpretar por la seguridad de todos los que abordan la embarcación. Actualmente, los aparatos de medición de la velocidad del viento, llamados anemómetros, nos dan la velocidad exacta del mismo. Sin embargo, un buen navegante puede prevenir situaciones de riesgos conociendo la escala Beaufort en sus diferentes niveles.
La escala Beaufort se creó para hablar de la velocidad del viento y de su influencia sobre el estado del mar. Según esta escala, distinguimos más de 12 fuerzas del viento:
Gracias a esta escala, puedes calibrar las condiciones que vas a encontrar en el mar. La decisión de salir a navegar depende de tu experiencia y del barco que manejas, ya que cada barco es diferente a la hora de responder mejor o peor en distintas condiciones.
También debes tener en cuenta el tipo de embarcación en la que navegas, si es un barco de vela o en un barco de motor. Navegando en un barco de vela buscarás vientos favorables que te acerquen a tu destino; si navegas en un barco de motor, evitarás vientos que originan olas y hacen la navegación más incómoda. Así que, en un sentido o en otro, el viento siempre será importante. Todo navegante debe conocer los distintos tipos de viento, sus diferentes fuerzas y su influencia sobre el rumbo de la navegación.
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